Ellos nunca dijeron nada, pero no fue necesario. Los demás hablan por ellos. “Kristen dijo a Rob que encontraba la relación muy dura por el momento y que siempre lo verá como amigo, ella no puede ser más su novia”, afirmó una persona que supuestamente está cerca de Kristen Stewart y Rob Pattinson, protagonistas de las películas Crepúsculo. En los más de dos años que llevan las especulaciones sobre su noviazgo, ninguno de los dos confirmó nada ni dio señales en público de que realmente están en pareja.
Al igual que pasa con Jennifer Aniston, se dice más sobre ella de lo que ella cuenta de sí misma. De todos modos, en este caso, hay un punto de diferencia porque más allá de todo lo que se dice sobre su eterna soltería, Aniston habla con frecuencia sobre el asunto. “Yo sé lo que elegiría, y eso es algo obvio”, dijo en una entrevista con la revista Harper`s Bazaar, cuando le preguntaron si prefiere el éxito en la carrera o encontrar el amor, “Elegiría al amor de mi vida”.
Esto, que parece tonto, en realidad marca un punto en común con ambas historias. No es tan diferente la discreción de Pattinson y Stewart de las declaraciones abiertas que hace Aniston. Ambas provocan. Lo hacen de formas distintas, pero son actitudes que dan pie a que los demás reaccionen, porque todos los diarios quieren hablar sobre la soltería de Aniston o si el amor de los personajes de Stewart y Pattinson en las películas de Crepúsculo continúa fuera de la pantalla.
Por otra parte, comparar ambas actitudes puede ser tan ajustado como injusto, porque ambas son provocativas pero responden a motivos diferentes. Los dos casos se benefician con los rumores, pero Aniston lo hace conscientemente y juega con lo que se dice sobre ella. Pattinson y Stewart intentan buscar algo de privacidad y por ello no hablan de sus cosas abiertamente. Para ellos es una defensa ante la exposición brutal en la que viven. Para Aniston es una herramienta para pelear en medio de la exposición en la que vive.
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